Que Chile es un país sísmico, no hay duda alguna. Y por tal motivo, al comprar una vivienda nueva o usada conviene contratar un seguro contra los frecuentes y regulares movimientos telúricos para proteger nuestra inversión.
Jorge Claude, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Aseguradores de Chile (AACH), comenta a La Hora que cuando se adquiere una casa nueva vía crédito hipotecario, este tipo de seguro conviene incorporarlo en los costos de la compraventa, y su contratación es adicional al seguro de incendio convencional.
“Cuando el propietario adquiere un crédito hipotecario para la compra de un inmueble, éste instrumento regularmente incorpora seguros como el de desgravamen y el seguro de incendio. Pero dadas la situación sísmica del país se sugiere además que se contrate una póliza de cobertura contra terremotos” dice Claude.
De esta manera, la propiedad queda asegurada durante todo el período que perdure la deuda hipotecaria con el banco. Posterior a ello, será voluntad del dueño de la vivienda de continuar con la protección por cuenta propia o dejarla sin efecto.
¿Qué cubre?
El seguro contra sismos es una cobertura adicional al seguro de incendio cuyo objeto es costear y reparar los daños materiales que sufra el inmueble asegurado, como consecuencia de un terremoto, sea cual sea su magnitud.
“En general, y dependiendo de lo que digan las cláusulas del contrato del crédito hipotecario, el seguro contra sismos cubre daños en la construcción, anexos, mejoras, instalaciones y subterráneos del inmueble afectado por el terremoto”.
Además “puede proteger ante daños en portones, rejas, panderetas, piscinas, muros de contención, conexiones a la red de servicios y toda la infraestructura física que se encuentre dentro de los deslindes de la propiedad”, expresa el experto.
A su vez, existen tres tipos de coberturas contra movimientos telúricos.
- Cobertura ante daños estructurales que puedan producirse en el inmueble.
- Protección de los artículos, utensilios y otros bienes materiales que se encuentran al interior de la vivienda siniestrada.
- Proteger las garantías que se relacionan con la pérdida de beneficios por inhabilidad de los inmuebles, cuando se trata de propiedades de uso comercial o con fines productivos.
El seguro contra sismos tiene una validez renovable de doce meses, y si la vivienda se trata de un departamento o condominio, es recomendable consultar a la administración para saber si la comunidad mantiene algún seguro contra sismos con cobertura extendida a cada vivienda. “Hay que precisar que los seguros contratados por estas administraciones dan cobertura sobre los espacios comunes de la comunidad, y no necesariamente sobre cada inmueble que la integra”, aclara.
Antes de contratar un seguro de este tipo, Jorge Claude recomienda verificar y tener certeza de los ítemes que la póliza va a proteger, pues de ello dependerá el valor del seguro a contratar. “Cada Compañía pondera los factores de protección que da a través de sus pólizas a sus asegurados en relación a las características del bien asegurado. Asimismo, se recomienda informarse de los deducibles que existan asociados, lo que serán de costo del asegurado cuando ocurra el siniestro”.
Y luego del temblor, ¿qué?
Tras el temblor, y luego de evidenciar las fallas y problemas que éste dejó en su vivienda; revise la documentación de la propiedad en busca de la póliza y el detalle de las cláusulas de protección que le beneficien en estas circunstancias.
Luego, efectúe ante la compañía aseguradora la denuncia del siniestro respectivo por los daños sufridos, o ante el banco donde adquirió el crédito hipotecario mediante los formularios disponibles en sus oficinas o a través de sus sitios web.
Cuando la aseguradora reciba el informe del siniestro, ésta nombrará un liquidador de seguros que irá a verificar los daños producidos en la vivienda y tomará registro de ellos, además de declaraciones de los habitantes del inmueble si corresponde. “El liquidador que nombre la compañía de seguros debe estar acreditado ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)”, enfatiza el ejecutivo.
Con estos datos se verifican las condiciones de cobertura e inicia el cálculo de los costos de los arreglos que se harán necesarios, emitiendo un “Informe de Liquidación”, que entrega al asegurado y a la compañía. Si el Informe es satisfactorio para ambas partes, se inicia el proceso de reparación. Pero, si hay discrepancias, cualquiera de las partes puede impugnar el informe y solicitar una nueva opinión.
Fuente: http://www.lahora.cl/2019/01/como-operan-seguros-contra-sismos-para-viviendas/
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